Los tipos de cicatrices que existen incluyen las cicatrices atróficas, hipertróficas y queloides. Estas son las principales categorías de cicatrices que podemos encontrar:
Cicatrices atróficas
Las cicatrices atróficas se caracterizan por dejar una pequeña hendidura en la piel. Ejemplos de este tipo son las cicatrices posvaricela, las cicatrices postacnéicas y algunas derivadas de cirugías o extirpaciones, como las de quistes. Estas cicatrices aparecen cuando la dermis (la segunda capa de la piel) ha sido lesionada. A diferencia de la epidermis, que se regenera rápidamente cerrando la herida para proteger la piel, la dermis no se regenera con la misma facilidad.
La falta de tejido en la dermis es consecuencia del daño físico o de infecciones bacterianas que destruyen el tejido dérmico. Para regenerar esta capa de piel, es necesario aplicar un estímulo adecuado y brindar la nutrición necesaria posterior al daño. Aunque es posible regenerar la dermis, requiere tratamientos específicos una vez que la cicatriz ya se ha formado.
Cicatrices hipertróficas
Las cicatrices hipertróficas son elevadas y se deben a un daño excesivo en una misma zona. En estos casos, la piel produce demasiada queratina para defenderse de la agresión continua. Por ejemplo, he observado cicatrices hipertróficas en procedimientos de micropigmentación de cejas con técnicas más antiguas, como la ceja compacta. Estas cicatrices también pueden aparecer en casos donde el tratamiento ha dañado repetidamente la dermis papilar o reticular, como ocurre al realizar micropigmentaciones demasiado profundas o agresivas.
Este tipo de cicatriz es blanca y se mantiene dentro del borde de la lesión original. Es importante distinguirla de las cicatrices queloides, ya que ambas son elevadas, pero tienen diferencias notables.

Cicatrices queloides
Las cicatrices queloides, al igual que las hipertróficas, son elevadas, pero se desbordan del área de la lesión original. Estas cicatrices tienen un color que varía entre rosa y rojo, y su formación se debe a un proceso irregular en la regeneración del colágeno. A menudo, las personas que desarrollan cicatrices queloides tienen una predisposición genética para este tipo de cicatrización.
A diferencia de las cicatrices hipertróficas, las queloides no permanecen limitadas al borde de la lesión. Este desbordamiento ocurre porque la dermis, rica en vasos sanguíneos, tiende a “florecer” y sobrepasar los límites de la herida. Esto genera una apariencia rojiza y voluminosa que puede requerir tratamientos especializados para su manejo.
Tratamientos para cicatrices
Existen métodos que pueden ayudar a eliminar o disminuir significativamente las cicatrices atróficas e hipertróficas. Sin embargo, las cicatrices queloides son más complejas y requieren tratamientos específicos debido a su naturaleza genética e irregularidad en la formación de colágeno.
Espero que esta información sobre las cicatrices les sea útil. Recuerden que, con los tratamientos adecuados, es posible mejorar la apariencia de muchas cicatrices.