La técnica de microagujas es un procedimiento mínimamente invasivo que utiliza un dispositivo con agujas diminutas para crear microperforaciones controladas en la piel.
Cuando nos referimos al dermapen, hablamos de un dispositivo motorizado al que se le colocan cartuchos con agujas, permitiendo ajustar la profundidad y la velocidad.
Nuestro objetivo con esta técnica es generar microlesiones controladas en la piel para estimular la producción de colágeno y elastina, así como favorecer la absorción de diferentes nutrientes. Esto da como resultado una piel más firme, con mejor textura y tono, además de ayudar en condiciones específicas como líneas finas y arrugas.
Estas microlesiones estimulan a los fibroblastos para que produzcan más colágeno y elastina, lo que ayuda a rellenar líneas finas. Por esta razón, el dermapen también es útil para tratar cicatrices de acné, cicatrices quirúrgicas, estrías y mejorar o disminuir las manchas en la piel y las hiperpigmentaciones.
Dermapen en Rosácea y Alopecia
En casos de rosácea, el dermapen puede fortalecer la piel al engrosar las capas dérmicas, ayudando a reducir la apariencia de la inflamación. Sin embargo, se recomienda un enfoque suave en estos casos y solo si la rosácea no es pápulo-pustulosa.
En alopecia, el dermapen puede aumentar el flujo sanguíneo hacia los folículos pilosos, proporcionando más oxígeno y nutrientes. Esto fortalece los folículos y promueve el crecimiento capilar, además de permitir la penetración de activos que mejoran el estado de la piel.
En cuanto a la frecuencia de los tratamientos, como siempre digo, en esta área no hay recetas de cocina, ya que depende de la condición que estamos tratando, el tipo de piel y la agresividad deseada. En términos generales, se recomienda realizar el tratamiento una vez al mes, por un mínimo de cuatro sesiones.
¿Tienes alguna otra duda sobre el dermapen y sus aplicaciones? Manda un mensajito y con gusto te responderemos.
